Estimular el pensamiento creativo en los más pequeños de la casa supone desarrollar su capacidad para generar nuevas ideas para resolver situaciones, y expresar sus emociones a través de formas creativas e innovadoras.
Los niños que realizan actividades creativas consiguen ser personas llenas de confianza, inteligentes, capaces de resolver retos y comunicativas.
Aprender de manera creativa trae consigo un aprendizaje extra: abrir la educación a las propias habilidades personales. Aquí, la reflexión y el pensamiento crítico son fundamentales. Podemos fomentarles a nuestros hijos su pensamiento creativo en una atmósfera de libertad psicológica, a través de distintas formas:
- Descubrir cuáles son sus intereses
- Escuchar sus opiniones
- Fomentar actividades artísticas
- Promover su imaginación, uno de los grandes tesoros de la infancia, y dar rienda suelta a lo que puedan pensar, incluso ideas disparatadas o descabelladas.
- Implementar juegos que generen aprendizaje o estimulen sus cinco sentidos.
- Dejarles expresar sus ideas o contar sus experiencias.
- Evitar inculcar una competitividad tóxica, y permitir a nuestros niños equivocarse.
- Permitir a nuestros peques empezar a tomar decisiones: su vestimenta, peinado, decoración de su habitación…
- Promover una educación incluyente, fuera de estereotipos.
- Actividades extraescolares (artes escénicas, música, pintura o dibujo, baile, creación de videojuegos…), donde además de crear, sociabilicen con otros niños con los que compartan intereses y anhelos.
Puedes dejar un comentario aqui